Nos llamamos para no ser (intento pueril de versolibrismo)
La nada suspira No hay tiempo que estalle más que los desasosegados pensamientos del ayer, hoy sujetos a la a nemia corporal, al desvanecimiento, a la melancolía. In Memoriam. Demasiados años en el anclaje de la frustración y la caída. El destino impuso la tiranía de lo imposible. Ver como a su rostro le sentaba bien soñar, l iberarse del miedo y luego, tras las horas del bien, desmantelarle. "Oniria encuentra a Insomnia", siguiendo la canción de ˝LOL˝. Y sí, no existía Pink Floyd ni el cine de 1972. Nadie debía verle junto a la neo-jerónima "peor de todas". A eso se sumó el decaimiento inexplicable de Alexander Magnus tras su ímpetu guerrero e intelectual en los dominios de Persia. Aristóteles y Marte sumieron al bello joven en la alienación de un estudio insostenible. Cayó y la herida le tuvo convaleciente. El amor incondicional de Olimpia de Epiro y Filipo II debían estar allí. Eso era irrefutable. Mas luego, cuando su esencia humana volvió a la soledad de su e...